Unir nuestras manos en oración

Han notado que algo que tenemos en común es la continua unión de nuestras manos, especialmente cuando estamos en oración?  Y no solo quienes seamos creyentes o practiquemos alguna disciplina-fiosofia como la Yoga o el Budismo. Asi que con esas me puse a investigar y encontré algo muy interesante y les hago un resumen.

La respuesta mas común a mi pregunta fue la siguiente:


"Juntar las manos es uno de los gestos de la oración, y este gesto está lleno de significado. La mano derecha y la mano izquierda que se unen representan la unión del intelecto y del corazón, del pensamiento y del sentimiento. Gracias a su luz, el intelecto halla la mejor petición para elevar al Cielo, y el corazón, con su calor, sostiene esta petición."

Significado de los dedos de nuestras manos en el manejo de la nuestra energia:
                           
                                                                   Significado
 Dedo                                   Mano Derecha                     Mano Izquierda
Pulgar                                    Fuerza                                     Mente
Indice                                    Inteligencia                                Energía
Mayor o medio                       Sentimiento                               Amor
Anular                                    Lealtad                                     Verdad
Meñique                                 Acción                                       Voluntad


Como podemos observar, el significado de los dedos de nuestras manos se complementan perfectamente entre si, por lo que al unir las manos obtenemos un mensaje fuerte y elocuente para aplicar a diario en todos los aspectos de nuestra vida.

Una interpretación que podemos dar de esta coherencia es que al unir las manos tenemos el significado de nuestras energías en nuestra mano derecha en perfecto equilibrio con su complemento que nos empodera o llama al equilibrio, sigamos el esquema de esta manera
Concentramos nuestra fuerza mental, para ser inteligentes al administrar nuestra energía, a través del sentimiento a tener presente en todo momento: el amor, con lealtad hacia la verdad llevando nuestra acción o actos apoyados en la voluntad. 



Para nuestros antepasados, uno de los gestos más antiguos y reverentes que acompañaban a la plegaria era alzar brazos y manos hacia el cielo.  Con el tiempo, los brazos se replegaron y se cruzaron ante el pecho, colocando las dos muñecas sobre el corazón.





Cada una de estas posturas posee una lógica intrínseca y una intención obvia, puesto que Dios reside en el cielo y se tiene la creencia de que el corazón es la sede de las emociones. La práctica, mucho más reciente, de unir las manos formando una especie de triángulo parece menos obvia, e incluso resulta intrigante. No se la menciona para nada en la Biblia y no apareció en la Iglesia cristiana hasta el siglo IX. Posteriormente, escultores y pintores la incorporaron en escenas que representaban épocas muy anteriores a su origen, el cual, al parecer, nada tiene que ver con la religión o la adoración, y sí mucho con la subyugación y la servidumbre. Los historiadores de la religión remontan este gesto al acto de atar las manos de un prisionero, y aunque los juncos, las cuerdas o más tarde las esposas siguieron cumpliendo su función de defensa de la ley y el orden, las manos unidas pasaron a simbolizar la sumisión del hombre respecto a su Creador.


Pruebas históricas contundentes indican que la unión de las manos se convirtió en un gesto corriente y ampliamente practicado mucho antes de que se lo apropiara y lo formalizara la Iglesia cristiana. Antes de que enarbolar una bandera blanca simbolizara la rendición, un romano capturado podía evitar la muerte inmediata adoptando esta postura de las manos atadas.

Para los antiguos griegos, este gesto tenia el poder mágico de refrenar a los espiritus ocultos hasta que estos se doblegaran al dictado de un sumo sacerdote.  En la Edad Media, los vasallos rendían homenaje y prometían fidelidad a los señores feudales uniendo las manos.   A partir de practicas tan evidentes, todas ellas con una intención común, el cristianismo asumió el gesto como signo de obediencia total del hombre a la autoridad civil.  Mas tarde, muchos autores cristianos ofrecieron y alentaron un origen mas piadoso y pintoresco, como que las manos unidas representaban el puntiagudo campanario de una iglesia.

En el hinduismo y budismo, se usan varias posiciones de manos que se llaman mudras.  Y como las estatuas de Buda nos resultan muy familiares les comento las mas comunes.
Hay muchas posiciones o mudras. Sirven para canalizar la energía y orientarla a un objetivo espiritual. Muchos son comunes en las diferentes religiones, como por ejemplo la mano derecha levantada con la palma hacia delante, que significa protección y ausencia de temor. Este gesto también es habitual en muchas representaciones de Jesús, o la posición de oración y respeto que se hace uniendo las palmas de las dos manos.
Otro de los mudras más frecuentes es la postura de la meditación; la mano derecha se posa sobre la izquierda, y las puntas de los pulgares suelen unirse. Es una posición cómoda y aporta relajación. Además, emula la forma de un cuenco vacío, que significa limpieza y sencillez del alma
Las esculturas de Buda en las que los dedos de su mano derecha tocan el suelo, evocan el momento en el que alcanzó la iluminación. En ese instante la tierra fue testigo, por eso la toca.
También es común verlo con los dedos pulgar e índice tocándose formando un círculo y el resto de los dedos estirados. Se llama el mudra del conocimiento y es el utilizado para momentos que requieran de control mental.
Otras de las diferencias en las representaciones de Buda las vemos en su rostro. La mayoría de las estatuas de Buda tienen los ojos cerrados o semicerrados; Buda no mira al exterior, sino hacia su interior. Cerrando los ojos, es capaz de ver lo que realmente busca, algo que se encuentra dentro de sí mismo. Con su rictus tranquilo y sonriente vemos que no está dormido, sino perfectamente consciente de la evolución espiritual que está teniendo lugar durante su meditación. El rostro lleno de paz de Buda suele además representarse de forma un tanto andrógina, bien podría ser un hombre o una mujer. Simboliza que lo importante es la humanidad, el equilibrio, el yin y el yang. Representarlo con los lóbulos de las orejas muy grandes significa la capacidad de escuchar lo que el mundo necesita.
La union de las palmas de las manos junto al corazon tiene una interpretacion hermosa para el budismo pues la mano izquierda representa el pasado, la derecha el futuro.  La union de ambas en el corazon es un simbolo de la deparacion del pasado y el futuro disolviendose en el presente, en el aqui y ahora para asi lograr el silencio de la mente y la paz del corazon. 
Namaste. 


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